Servidumbre de Conservación El Rabanal
Cidra, Puerto Rico
Tras 15 años de iniciativas sustentables en temas socioeconómicos y de agricultura llevadas a cabo en El Rabanal, la Asociación de Pequeños Agricultores de Rabanal Inc. (APARI) consideró varias alternativas para asegurar la protección y conservación a perpetuidad de los valores naturales de su propiedad, que entendieron estaban amenazados por el desarrollo apresurado y la expansión suburbana en el municipio de Cidra, Región Central-Metro. Es con estos fines que se constituyó la Servidumbre de Conservación El Rabanal.
El área está compuesta por unas 16 cuerdas, dominadas por un bosque secundario subtropical que según observaciones preliminares sirve de hábitat para unas 21 especies de aves, de las cuales siete son clasificadas como endémicas, lo que representa una tercera parte de todas las aves endémicas de Puerto Rico, una cantidad considerable dado el tamaño relativamente pequeño del área. La servidumbre es
parte de la cuenca hidrográfica de Rabanal en Cidra, un área considerada como hábitat para la paloma sabanera, una especie nativa en peligro de extinción.
Esta cuenca hidrográfica está compuesta en su totalidad por unas 5,600 cuerdas de terrenos, y sus aguas son vitales para las aguas que recoge el Río La Plata, cuya área ha sido designada como prioritaria para la conservación debido a las intensas actividades humanas que amenazan su integridad ambiental. La cuenca hidrográfica del Río la Plata y su represa proveen agua para más de 900,000 residentes de la zona metropolitana de San Juan, y dadas las condiciones de sedimentación y contaminación del río, hacen de toda la zona, incluyendo El Rabanal, una de gran importancia para los esfuerzos de restauración y conservación de las autoridades estatales y federales.
Fundada en el 1984, APARI ha proveído desde entonces oportunidades de entrenamiento en la producción orgánica de vegetales y plantas ornamentales, técnicas de costura, procedimiento
parlamentario, desarrollo de liderazgo, técnicas de agroforestería, y reducción de pesticidas en actividades agrícolas, entre otras. La organización también ha logrado implementar exitosamente programas de alfabetización, tutorías y cursos remediales de asistencia en la obtención de diplomas de escuela superior o créditos universitarios, así como talleres para la capacitación de maestros.
El 24 de julio de 2002, mediante un acuerdo con Francisco Figueroa Laracuente, fundador de APARI, se constituyó una servidumbre de conservación con el Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico para proteger unas 16 cuerdas de la propiedad. De esta manera quedó constituida la primera servidumbre de conservación por iniciativa de una organización sin fines de lucro, y bajo el amparo de la Ley de Servidumbre de Conservación de Puerto Rico (Ley #183 del 27 de diciembre de 2001).
Para mayor información sobre cómo conservar sus tierras a través del programa de Servidumbres de Conservación del Fideicomiso, oprima aquí.